¿Siempre me he preguntado como personas a mi alrededor en las que yo veía tanto talento no eran felices en sus vidas, cómo era posible que no vieran en lo que eran tan buenos, y sobre todo, no fueran capaces de reconocer su valía.
Por supuesto, esas personas tampoco ven la valía de los demás, únicamente ven la suerte que tienen, lo bien que les van las cosas, pero a ellos no, sus circunstancias nunca son favorables.
Hay algo común en estas personas, tienen excusas para todo, excusamos en que no tenemos la cabeza en lo que estamos, con tantas cosas en qué pensar, tantos temas que abordar, tantas cosas que debemos hacer, excusas y más excusas en lugar de aceptar los errores y perdonarnos para aprender y mejorar, nos excusamos. En este ciclo desaprovechan magníficas oportunidades que están ahí a su alcance.
La excusa es muy peligrosa, por que no permite que reconozcamos nuestros errores, y por tanto no permite que mejoremos, ni personal, ni profesionalmente.
» No ascendemos al nivel de nuestras habilidades, caemos al nivel de nuestras excusas.”
Peter James
Qué creencia tan extendida pensar que todo en lo que estoy inmerso es en un mundo externo, un mundo que me agrede, que no me permite creer en mí mismo, y mucho menos en los demás.
Positivo es creer en los demás, creer y confiar en uno mismo, negativo es encerrarse en uno mismo, en nuestras propias convicciones, erróneas en gran parte, y posicionarse desde el interés único propio, sin tener en cuenta el impacto de nuestras acciones en el entorno.
¿Interiorizamos un cambio de actitud?
Cualquier momento es bueno para abordar este cambio, si bien estas fechas de renovación, nos permiten parar, analizar, revisar como ha ido el año para definir un plan de acción para el año que en breve comienza.
De nada sirve analizar y revisar si no me fijo algún objetivo interno a conseguir.
Pero si tienes un momento para leer esta reflexión, te propongo hacer un plan con seis objetivos que puedes ir incorporando en el primer semestre del año, verás sus frutos en el segundo semestre.
EMPECEMOS:
- Enero, vamos a comenzar por ser Humildes, vamos a intentar entender a los demás, a las personas que forman nuestro equipo, sin intentar siempre tener la razón, vamos a potenciar la escucha activa, a estar más tiempo escuchando que hablando, incorporando sus indicaciones en lo que hacemos, analizando sus aportaciones como nuevas oportunidades para crecer como equipo, con honestidad.
- Febrero, vamos a tener Confianza en nosotros mismos, sabemos hacer nuestro trabajo, y lo hacemos lo mejor posible, estemos tranquilos y seguros de lo que hacemos.
- Marzo, vamos a incorporar Pasión en nuestros proyectos, se contagiará sola a nuestros equipos, no será necesario ni esforzarnos.
- Abril, vamos a pedir ayuda cuando lo necesitemos, no nos quedaremos asustados ante algo que no sabemos, preguntaremos a nuestro equipo, a otros equipos, y buscaremos cómo nos pueden ayudar.
- Mayo, vamos a compartir lo que sabemos, lo que hacemos, desde la humildad, la confianza, la ilusión y denotando que cuando necesitamos algo lo vamos a pedir.
- Junio, vamos a reconocer el talento de las personas que nos rodean, de este modo llegarás a reconocer el tuyo, y te vas a sorprender!
Llegaras al verano renovado, sin quejas, sereno y confiado, ¿te atreves a acometer el plan?
Aprovecha al máximo tu talento, lo tienes en tu interior, empieza por conocer cual es para poder explotarlo, no lo desaproveches!
¡¡FELIZ 2019 PARA TODAS LAS PERSONAS HUMANAS!!
Begoña Sánchez Aguadero. Experto en la integración de la Salud Organizacional en los Procesos de Gestión de las Empresas.