Autónomo-saludable

Autónomos y Pymes saludables, ¿es posible?

En la actualidad parece que sólo visualizamos la Salud Organizacional en las grandes empresas y multinacionales, y claro, obviamos algo muy básico, necesitamos “salud” para desarrollar cualquier tipo de actividad. Así que más bien diría yo que los autónomos y pymes deberían ser los primeros sensibilizados con esta cuestión, pero la realidad es otra, los autónomos y pymes saludables son un bien escaso.

«Esto de la salud organizacional no es para mí, yo soy autónomo o nosotros somos una Pyme, y eso que me estás contando solo es para grandes empresas. De esta forma comienzan muchos de los argumentos que nos encontramos cuando hablamos de la Salud Organizacional en distintos foros o medios.

El concepto Salud Organizacional implica poner en valor la salud de la organización y por tanto de todos los trabajadores como máximo exponente en la empresa para que ésta sea rentable.

Los autónomos también enferman

Un autónomo sabe mejor nadie que si se encuentra mal o está enfermo sus ingresos se verán mermados, o no podrán dar salida a todo el trabajo que tiene, por lo que su salud se convierte en vital para desarrollar su actividad.

Y bueno, no es cierto como se dice por la calle que los autónomos no enferman. En el mundo today podrás leer artículos divertidos en este sentido, pero la realidad es que sí enferman y también tienen accidentes como cualquier otra persona

Un dato muy significativo en este sentido es que los autónomos enferman en fin de semana o vacaciones. Con esto quiero decir que ellos mismos son muy conscientes de la importancia de su salud para ejercer su actividad, pero de ser conscientes a cuidarla hay un trecho importante que avanzar, y es por ello que al final llegamos al concepto de salud organizacional, porque un autónomo es su propia empresa.

Normalmente cuando tenemos este tipo de conversación con una empresa nos centramos en el bienestar del trabajador para que el resultado aflore en la organización, el que primero va a experimentar el efecto positivo es la propia persona. Cuando entendemos lo valiosa que es nuestra salud todo cambia.

La misión de Humanas en las empresas es que las condiciones laborables sean cada vez más seguras, más saludables, más éticas para que no mermen la salud de los trabajadores. Pero no creas que nuestro trabajo termina aquí, a continuación, toca hacer ver a cada persona que forma parte de la empresa que también tienen su propia responsabilidad individual para que esto funcione.

Cada persona debe trabajar también a nivel particular. Da igual si tu empresa te  dota de medios y condiciones excelentes para trabajar, si fuera de ella eres una persona que tiene malos hábitos, duermes pocos, fumas, no haces ejercicio, tienes sobrepeso…Entonces las probabilidades de sufrir una enfermedad crónica (cardiopatías, diabetes, alteraciones respiratorias, cáncer) aumentan un 70%, así que antes de que sea un factor de riesgo para la empresa se convierte en un factor de riesgo para uno mismo.

Realmente tendríamos que estar agradecidos de las organizaciones que se han empezado a dar los primeros pasos hacia un modelo de Empresa más Sana y más Saludable.

Cuando una empresa fomenta hábitos saludables siempre hay un grupo de trabajadores que desconfían de sus intenciones. Sí, es algo que también nos hemos encontrado. Es un cambio tan profundo que afecta a la propia cultura de una empresa que lo primero que viene a nuestra mente es un “Seguro que es una estrategia para que la gente trabaje más”.

Pero no es así, las personas producirán más, simplemente porque una persona que esta bien es más productiva. Hemos hablado antes de la ética empresarial, no es hacer más horas para producir más, se trata de estar mejor para ser más productivos y competitivos. No olvidemos que los estudios dicen que una persona es productiva unas 6,30h al día, el resto del tiempo ni a la empresa le interesa que esté en el puesto de trabajo (entiéndase que dependerá mucho de la actividad, pero para eso se establecen los turnos en las empresas) ya que se incrementa el riesgo de cometer fallos, tener accidentes, causar absentismo, aumentar la desmotivación, aumentar el consumo energético de la empresa…pero es cierto que necesitamos una apertura mental para entender que al final más se convierte en menos.

La importancia de tu propia salud

Volviendo a la cuestión principal del post «autónomos y pymes saludables» sinceramente, yo sí considero que ellos son los primeros que entienden la importancia de una buena salud, que conocen el coste de un conflicto en la empresa, o la importancia de la comunicación con sus clientes, o de lo vital que puede ser su imagen (honestidad, credibilidad, apariencia física…) para cerrar contratos.

Te voy a poner un ejemplo: una empresa de 3 trabajadores en la cual uno enferme incrementa exponencialmente el trabajo de sus compañeros, o que dos socios se lleven mal puede arruinar directamente la empresa, o un autónomo que esté vendiendo seguros de vida y que su aspecto sea de una persona que no se cuida, difícilmente dará una imagen acorde con su puesto

Como ves, cuanto más pequeña sea tu empresa mayor peso relativo tendrá cada persona que forme parte de ella. Ahora bien, también es cierto que los autónomos y las Pymes disponen de otras herramientas que no tienen las grandes empresas para amortizar estos impactos, la flexibilidad, la agilidad en la toma de decisiones, la autogestión y organización propia de su agenda, etc. Estas libertades suelen ir desapareciendo a medida que aumenta el tamaño de la compañía dificultando mucho más los procesos.

Tu salud tiene un precio

Y si, hemos llegado a ese escabroso punto que es el coste o el precio que tendremos que asumir. Al abordar este tema vuelven las excusas para no cuidarnos. Todo tiene un coste, salir a correr implica que tienes que disponer de tiempo, ropa de deporte…y todos los demás adornos, pulsera para controlar las pulsaciones y km, etc…

Todo tiene un coste, pero también una serie de beneficios que vale la pena analizar. En este caso salir a correr equivale a estar en forma, sentirte más vivo, controlar tu peso, relajarte, incrementar tu capacidad pulmonar y resistencia, mejorar tu autoestima, hacer amigos con las mismas aficiones, estar en contacto con la naturaleza…Realmente cuando sales a correr dejas de pensar en lo que te cuestan las zapatillas, las medias, el pantalón corto, la camiseta térmica, el cortavientos, etc… porque sabes que el retorno que tiene para ti es muy elevado.

Pues así tendrías que pensar cuando hablas de tu propia salud. Y bueno, como decía Albert Llanas allá por el siglo XIX:

“La salud de nuestro cuerpo la gastamos al por mayor; mas, una vez perdida, la compramos al por menor”

Recapacitemos un poco en lo que estamos invirtiendo, e igual que pagamos una hipoteca para en el futuro cuando seamos viejos y tener una casa y estar tranquilos, ¿porque no miramos del mismo modo a nuestra salud? No se trata de pagar un seguro de vida, ¡te hablo de tener vida! Vida digna, saludable…porque lo que es inevitable ya llegará, pero lo que yo pueda prevenir está en mi mano hacerlo, sea autónomo, pyme o gran empresa.

Me importa mucho tu opinión sobre este tema, me encantaría que nos dejaras tu respuesta a la siguiente pregunta en la zona de comentarios del Blog ¿Inviertes en salud lo necesario o realmente crees que lo que vas a hacer no compensa el precio?

Mónica Seara. CEO Humanas Salud Organizacional

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