Despertadores de Consciencia que mejoran la productividad

Saber algo no significa ser consciente de ello. Todos sabemos que existen cosas que no nos benefician, pero no somos conscientes hasta que nos enfrentamos a un momento difícil. Es entonces cuando tomamos acciones, decidimos cambiar, agradecer todo lo que tenemos y valorar lo que realmente es importante.

De la misma manera, cada vez más empresas saben que invertir en el desarrollo personal de sus empleados significa mejorar la productividad de su empresa, pero si no llegan a ver claramente los beneficios de una manera rápida y directa, pueden llegar a cuestionar esta relación y decidir no invertir de nuevo. Otras empresas directamente no lo saben o no creen en ello. Para ser conscientes de la importancia de invertir en desarrollo personal de los trabajadores hemos tenido que experimentar que realmente funciona, viendo un cambio real en el trabajo diario.

¿Cómo tiene que ser una formación de desarrollo personal para que revierta claramente en la productividad?

Debe remover a las personas. Agitar sus emociones, provocando en el trabajador una curiosidad que le lleve voluntariamente a dedicar periodos de reflexión y auto-observación en su día a día, para tomar consciencia de su actitud, miedos, valores, dones, pensamientos y decisiones dentro y fuera de la empresa.

En definitiva, debe ser una formación que provoque el despertar de esa persona.

¿Cómo influye esto en el trabajo diario?

COHERENCIA CON LOS VALORES:

¿cuáles son tus principales valores?  Si tu respuesta es salud, dinero, y amor, seguramente no hayas reflexionado nunca sobre ello.  Si el trabajador está experimentando una sensación continua de apatía, desgana o pérdida de tiempo, seguramente de manera inconsciente no esté honrando sus principales valores  en su trabajo diario.  Esta sensación le producirá desmotivación, malestar físico y emocional que si perdura en el tiempo puede llegar a enfermedades como depresión, ansiedad, estrés,  fibromialgia, úlceras… Es obvio cómo afectará esto a la productividad de la empresa.

APRENDER A PEDIR/ELEGIR:

Algo muy común es intentar paliar la sensación de desmotivación solicitando un aumento de sueldo. Lo cual siempre viene bien y te motivará durante unos meses, pero al cabo de un tiempo, reaparecerá la sensación de malestar porque ésta puede venir por ignorar el propósito de vida o misión, falta de pasión, no desarrollar los dones personales, valores no honrados.

Cada persona necesita cosas diferentes para sentirse feliz y realizado, así, un mayor autoconocimiento hará que el trabajador sepa pedir con consciencia lo que realmente necesita recibir o dar.  Quizás necesite más libertad, más flexibilidad de horarios, hacer proyectos creativos,  ser responsable de alguna formación interna, ayudar a los demás…

La empresa no puede conocer la profundidad de cada empleado, pero sí puede invertir en crecimiento personal del  trabajador para que pueda explotar todo su potencial humano.

CONSCIENCIA DE LOS PENSAMIENTOS:

En tiempos difíciles, entrar en un clima laboral de desmotivación generalizada es fácil. La negatividad se expande en las empresas rápidamente y cuesta mucho salir de ello.

No hace falta escuchar los pensamientos de un trabajador desmotivado para sentir la energía negativa que los rodea.  Ser consciente de los pensamientos que se están teniendo, aprender a superar los miedos, tener claras las pasiones y los dones,  y tomar consciencia de la actitud que se está tomando, es fundamental para auto-motivarse y favorecer el trabajo individual y en equipo. Cuanto más se conozca una persona a sí misma, mejor gestionará a las personas tóxicas y más herramientas tendrá para superar los obstáculos y avanzar hacia el objetivo.

PENSAR EN GRANDE:

Cuando estamos en nuestra zona de confort, parte de nuestro potencial está dormido, así pues hay posibilidades y oportunidades que simplemente no vemos o nos parecerán «imposibles”. Al salir de nuestra zona de confort, estamos despertando y arriesgando. Enfrentándonos a nuevos miedos de los que antes no éramos conscientes, pero también viendo ante nosotros un mundo de posibilidades y desarrollando nuestra creatividad. Las cosas antes imposibles nos parecen más posibles.

SOMOS UNO:

Nos empeñamos en dividir nuestra vida en dos, la personal y la profesional. Incluso llegamos a ser diferentes personas, según el rol que escojamos. Pero la realidad es que somos el mismo individuo.

  • Si caemos enfermos no iremos a trabajar por lo que estará afectándonos a ambas vida. Y afectará a la empresa.
  • Si tenemos un problema familiar, podremos esconder nuestras emociones en el trabajo, pero nuestro rendimiento disminuirá comparado con días en los que nuestro estado emocional es positivo.

Conocernos mejor a nosotros mismos nos llevará a saber ser felices sin depender de los demás, repercutiendo directamente en todos los ámbitos de nuestra vida.

Humanas Salud Organizacional te recomienda invertir en despertar la consciencia de los trabajadores ya que estarás invirtiendo en productividad y beneficios para la empresa.

Ana Madrazo. Coach Certificada (CPCC) Personal y Ejecutivo

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