Muchos de nosotros que estamos frente a un ordenador o equipo móvil, padecemos, aunque muchas veces no nos damos cuenta, de estrés ocular, lo cual puede ocasionar problemas de visión.
Esto porque “Ver” es una actividad en la que se hace necesaria la conjunción de muchos y variados factores. Algunas veces, aunque la agudeza visual es correcta, hay sensación de que la visión no es cómoda, sobre todo, en distancias cortas. En ciertos casos es debido a fatiga visual o astenopía. A pesar de que este término significa «visión escasa», no se refiere a la disminución de la función visual, sino a las molestias causadas por un esfuerzo voluntario del aparato visual para acomodar y ajustar la vista.
Según la Sociedad Ergoftalmológica Española, los síntomas más habituales de la astenopía son: malestar ocular con tensión ocular, visión borrosa, sensación esporádica de diplopía (visión doble), sensación de cansancio ocular y pesadez en los ojos; enrojecimiento ocular, escozor y aumento de la secreción de lágrimas; disminución de la agudeza visual y percepción borrosa de los objetos; y dolor de cabeza.
Este efecto de cansancio ocular o incomodidad visual es corriente en personas que realizan su trabajo a corta distancia y durante periodos de tiempo prolongados, es decir, que someten el órgano de la vista a una situación de estrés continuo. El esfuerzo ocular que hay que hacer para conseguir una visión adecuada mantenida hace que la persona tenga la sensación de que mengua su agudeza visual, aunque sea de manera transitoria.
Claro está que hay diferentes formas de prevenir y/o controlar estos efectos colaterales y, en linea general, los especialistas, con el objetivo de disminuir el estrés visual en el área de trabajo recomiendan, generalmente, una serie de pautas ergonómicas:
– La silla debe tener un respaldo adecuado que facilite sentarse en una postura equilibrada. Es importante que pueda regularse la altura del asiento y la alineación del respaldo. La espalda debe estar recta, con los pies apoyados sobre un soporte y con una posición del tórax que permita respiraciones profundas.
– La inclinación de la superficie de trabajo debe ser unos 25 grados a partir de la superficie horizontal, para reducir la tensión sobre la cabeza, hombros, cuello y ojos.
– Cuando se trabaje «de cerca», debe realizarse a la distancia de Harmon (el codo ha de estar en el escritorio y los nudillos, en la barbilla) con una pequeña inclinación de la cabeza hacia abajo. Suele ser de 40 centímetros. Es esencial ser conscientes para no reducir esta separación.
– Tan importante es una adecuada iluminación general (preferible que sea natural) como una centrada en el área de trabajo, que debe ser por lo menos tres veces más intensa que la de fondo. Esta luz directa debe entrar por el lado opuesto a la mano que se utilice para evitar sombras. Hay que tener cuidado con los reflejos y contrastes del mobiliario que provocan que se tomen posturas incorrectas para sortearlos.
– Un buen agarre del bolígrafo o lápiz evita tenerse que ladear o acercar en exceso al área de trabajo: debe cogerse a 2,5 centímetros desde la punta, y usar el índice y pulgar para sostenerlo y el medio solo como apoyo.
– Hacer descansos para enfocar la vista a distancia. Es idóneo tomarse un minuto por cada 15 para ayudar a disminuir la fatiga ocular. Durante este tiempo se puede aprovechar para mirar por la ventana. A veces, en determinadas profesiones, los especialistas prescriben lentes para la realización de tareas de cerca.
Sin embargo, hay otra forma para poder contrarrestar y aliviar los problemas que el estrés genera en nuestro ojos, es decir, el yoga.
Los beneficios de practicar yoga se pueden extender a tus ojos, debido a que a través de ciertos ejercicios ayuda a descansar la mirada, descongestionar los párpados, prevenir la atrofia de sus músculos y a un correcto funcionamiento.
Los ejercicios del yoga ocular también permiten que el rostro recupere jovialidad y frescura, por lo que es una clave para retardar el envejecimiento y la aparición de arrugas o líneas de expresión en el rostro.
Los ojos se pueden resecar, congestionar y cansar debido a que cuando se trabajar frente a la computadora; por ejemplo, no cambiamos de punto focal o dirección durante cierto tiempo, por lo que empleamos lo ojos de forma restrictiva.
Asimismo, la inflamación de los párpados y músculos de los ojos puede deberse a una retención parcial de líquidos, lo cual también puede solucionarse al practicar yoga ocular, como el siguiente ejercicio:
Fija la mirada durante algunos segundos en un punto y evitar parpadear, deja que las lágrimas fluyan y después cierra los ojos, girando los globos oculares unas 20 veces hacia un lado, y otras 20 hacia el lado contrario, 20 más hacia arriba y hacia abajo.
De esta manera, al practicar yoga ocular previenes que los músculos de tus ojos se atrofien, les brindas descanso y desarrollas una mayor concentración visual, además de que te relajas y liberas el estrés acumulado en tu rostro.
¿Que estas esperando?
Hoy, durante el trabajo, prueba este simple ejercicio y ya nos dirás.
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