¿Recesión económica? Nadie quiere oír hablar de vivir esta etapa. Nadie quiere afrontar la consecuencia natural de las medidas adoptadas ante la peor crisis sanitaria que conocemos, al menos a partir de la generación de nuestros padres. Pero sí, habrá crisis económica después del coronavirus o COVID-19. Las medidas propias del estado de alarma decretado ya han obligado a una parálisis de la economía. Bien, pues toca actuar. Debemos ponernos ya a gestionar riesgos o, más bien, a acometer un plan de minimización de los daños ocasionados por la materialización de un riesgo que no habíamos ni previsto.
En todo Plan Estratégico de Empresa y en todo Plan de Sostenibilidad deberíamos haber tenido en cuenta el riesgo de abordar una situación tal que obligue a parar nuestra actividad. Si lo hemos identificado, debemos ver cuál ha sido la evaluación resultante de este riesgo, impacto altísimo pero tan baja probabilidad de ocurrencia que es muy probable que en nuestra matriz de riesgos nos haya resultado “poco relevante”.
Gestión de riesgos y liderazgo comprometido
Las metodologías que hemos desarrollado para cumplir con las normas de gestión de riesgos han resultado ineficaces, y hemos tenido que actuar de forma rápida analizando la situación, los pros y los contras de la toma de decisiones y actuar asegurando en la medida de lo posible la supervivencia de la empresa, garantizando la salud de nuestros trabajadores y de la cadena de suministros y proveedores.
Es de esperar, y desde Humanas Salud Organizacional confiamos que así sea, que la mayoría de nuestros líderes hayan estado a la altura, hayan respondido con responsabilidad y confianza. Así como los empleados están respondiendo con compromiso y solidaridad, como corresponde a una sociedad basada en valores humanos.
A partir de ahora, estos mismos líderes que han tomado las mejores decisiones para cumplir con la normativa impuesta por el Gobierno, deben ir avanzando con la misma rapidez en la minimización de los riesgos sobre el negocio que conlleva la reducción de los ingresos, la paralización de la actividad en algunos casos, o la desaparición de los negocios en otros muchos.
En un intento de paliar el impacto de esta crisis sobre los negocios las empresas se lanzan a poner en marcha ERTE’s, Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, regulado en los artículos 45, 47 y 51 del Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, basado en la “Suspensión del contrato o reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivado de fuerza mayor” y que conlleva los siguientes deberes y obligaciones para ambas partes:
- El empleado continúa siendo trabajador de la compañía.
- No se recibe remuneración.
- No se genera el derecho a pagas extras ni vacaciones.
- El trabajador se encuentra en situación legal de desempleo. Puede solicitarse el paro.
- Al reiniciarse la actividad laboral se reinicia el trabajo, no pudiendo despedir al trabajador acogido a dicho expediente.
Bien, puede ser una solución (temporal) pero debe acompañarse de unas políticas de empresa que pongan en el centro a las personas para evitar incrementar la brecha de pobreza y desigualdad en la sociedad.
Aceptemos la situación de crisis en pro de la búsqueda de las mejores soluciones y las oportunidades. Se hace imprescindible una gestión adecuada de la nueva coyuntura económica, una planificación a medio y largo plazo, la definición de medidas que permitan que la curva de recuperación económica sea gradual, escalonada y, si bien se alargue en el tiempo, permita englobar a todos los afectados. Se requerirá una gran dosis de humildad, paciencia y solidaridad.
Decálogo de Humanas para superar la crisis después del coronavirus
Desde Humanas Salud Organizacional hemos trabajado para definir un marco de referencia que identifique a las Empresas Humanas y Saludables. Estas empresas basarán la superación de la crisis económica en las personas que conforman su estructura, junto con sus proveedores o su cadena de suministro, y trabajarán alineando sus decisiones con el siguiente decálogo:
- Liderazgo participativo y comprometido, que da ejemplo con sus prácticas y comportamientos éticos, es conocedor de la situación profesional y personal de sus empleados y actúa en consecuencia con responsabilidad.
- La empresa desarrolla un Plan de Acción Económico-Social para hacer frente a la nueva situación post COVID-19.
- Las decisiones adoptadas en materia de gestión de los recursos responden a la realidad de la organización, minimizando los daños sobre el personal y disponiendo de Planes de Recuperación, Recolocación y/o Formación para los perfiles afectados.
- Las decisiones adoptadas en matera de organización del trabajo contemplan variables relativas a las necesidades de conciliación, flexibilidad, igualdad y diversidad, que garantizan el conocimiento real de la situación profesional y personal de sus empleados.
- Se identifican los estresores ante la nueva situación en la organización, definiendo las Directrices Estratégicas de Comportamiento, compatibles con las medidas de producción, que garanticen la adecuada gestión emocional de los empleados.
- Se focaliza a los empleados en el Trabajo en Equipo y la Unidad como palanca para garantizar el éxito de la organización, identificando al personal con mayores necesidades y prestándole el apoyo adecuado.
- Se focaliza a los empleados en cuidar su salud (nutrición, ejercicio físico y psicosocial) como parte indisoluble de su compromiso hacia la organización.
- La empresa promueve el feedback y la comunicación a todos los niveles, fomentando la comunicación transversal, positiva y enriquecedora que permita potenciar la eficiencia en los procesos organizativos y de gestión operativa.
- Se garantiza la gestión de los aspectos medioambientales y sociales en la cadena de suministro y de producción de la organización, mediante políticas, compromisos y comportamientos definidos.
- Se informa a los trabajadores sobre la evolución del Plan de Acción Económico-Social (indicadores económicos, sociales internos y externos) como miembros activos que son del mismo.
Todo ello permitirá reducir al mínimo el período de recuperación de la crisis económica cuya realidad se hará evidente en el momento en que la crisis sanitaria se dé por superada.
Modelo de Empresas Humanas y Saludables
En Humanas Salud Organizacional haremos nuestra parte, mostraremos ante los consumidores, ante la administración y ante la sociedad en general, las empresas que se comprometen con la gestión humana tras la crisis económica del COVID-19.
Para ello utilizaremos nuestro Modelo de EmpresaS HumanaS y SaludableS. En nuestra web puedes consultar más información sobre esta certificación, que garantizará a tus grupos de interés tu compromiso con la sociedad.
¿Empezamos a trabajar? Contáctanos para acompañarte y agilizar el proceso de recuperación post COVID-19.
Begoña Sánchez Aguadero – Responsable de gestión de calidad y procesos