Tradicionalmente el valor de una empresa se medía en su capacidad de hacer y su competitividad estaba asociada a elementos tangibles y materiales. Así, durante las décadas de los setenta y ochenta, cerca del 80% del valor de una compañía residía en sus bienes tangibles (fábricas, productos…). Situándonos en esa época podemos observar que la importancia que otorgaban las empresas al factor humano era mínima. Las organizaciones trataban a las personas como meros “recursos” fácilmente intercambiables y únicamente se valoraba la eficiencia de los modelos de producción.
Desde hace unos años, y de forma creciente, esta tendencia de valorar casi en exclusiva lo tangible se ha ido invirtiendo. Los intangibles han ganado mucho terreno en la economía y en las estrategias de las compañías. Son muchos los estudios que hablan de una economía guiada por el valor de los intangibles, capaz de generar micro-climas que hacen posible la innovación.
Hoy en día la parte Humana de las organizaciones está saliendo otra vez a flote. Los cambios generacionales vienen acompañados de nuevas preocupaciones y las empresas están empezando a reaccionar. Las emociones y los sentimientos pasan a ser aspectos fundamentales y cada vez estamos más preocupados por nuestra salud en un plano más holístico.
Valores intangibles en las Empresas Saludables
Es difícil cuantificar los beneficios de promover el bienestar de las personas en una organización, pero no imposible. Lo que resulta complicado es aislar una única variable y medir su impacto financiero de forma acertada. La dificultad de cuantificar el coste de estas variables intangibles radica en que no cuentan con un valor contable asignado, aun así, debemos intentar medir el peso que tienen los intangibles.
“lo que no se define no se puede medir, lo que no se mide no se puede mejorar y lo que no se mejora se degrada”
Hasta hace unos años la única manera de concienciar a nuestros dirigentes de los beneficios de la Promoción de la Salud en el Trabajo era cuantificando la No Prevención. Utilizando el miedo de la “No Prevención” nos olvidamos de la gran ventaja que suponía “promover la seguridad y salud en el trabajo” y no era otra que contribuir de forma notable a mejorar el rendimiento, la eficiencia y la competitividad de la empresa.
En la implantación del Modelo de ‘Empresa Saludable’ las empresas ya no sólo cumplen sus obligaciones de prevención básica de los riesgos laborales, van más allá del mero cumplimiento legal. Los esfuerzos se centran en lograr esa mejora en la salud de las personas y en maximizar su productividad.
La tendencia a la cuantificación
Por primera vez en la historia estamos conviviendo 4 generaciones de personas al mismo tiempo. Las organizaciones se han convertido en espacios de trabajo multigeneracionales en donde se integran las distintas preocupaciones que cada generación trae bajo el brazo.
En este sentido, algunos estudios prevén la aparición de nuevos puestos en un futuro próximo (Gestores de Intangibles, People Analytics o los Customer Experience) destinados a valorar el peso de los Intangibles en los resultados del negocio, identificar e integrar la cultura organizacional o medir porque se deben hacer las cosas. Estos nuevos puestos serán fundamentales para la toma de decisiones en cualquier organización.
Es evidente que trabajar bien, formar, y motivar a las personas (valores intangibles) ha de repercutir en el beneficio empresarial (valor tangible) por lo que podemos afirmar que existe una interrelación entre los valores intangibles y los tangibles.
Más allá del ROI, debemos centramos en la salud
Es verdad que más allá del ROI debes centrarte en la salud porque los resultados de apostar por la salud seguramente no serán percibidos en el corto plazo. Esto te obliga a poner tus miras en el medio largo plazo y a creer en que la salud de las personas es buena para tu empresa.
Debes ser capaz de medir tanto variables tangibles como intangibles. Asignar valores de referencia te permitirá saber cuál es el punto de partida y podrás determinar qué acciones funcionan mejor en tu empresa.
Hace un tiempo en un taller escuchaba lo siguiente:
“el Marketing es un gran fracaso calculado. Una parte de nuestra estrategia sabemos que no va a funcionar”.
Cuando hablamos del Bienestar de las personas pasa un poco lo mismo, es necesario realizar una evaluación y un diagnóstico para saber cuál será tu punto de partida. De no hacerlo no podrás marcarte los objetivos adecuados ni mucho menos podrás marcar una estrategia para poder alcanzarlos. Por desgracia todavía son muchas empresas que se olvidan de esta fase inicial cuando toman el camino hacia el modelo de Empresa Saludable.
Uno de los grandes retos que nos trae esta gran transformación es el de convertir a las empresas en escenarios más saludables, capaces de implementar una gestión proactiva, innovadora y positiva de la prevención en su conjunto.
¡Es hora de que lideres el cambio en tu empresa!!
Javi Martínez. Gestor Identidad Digital Humanas Salud Organizacional
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