La palabra mediación es una palabra desconocida. Lo observamos en muchos ámbitos, especialmente cuando estamos gestionando conflictos en una empresa. Nadie de los que participa quiere utilizar la palabra mediación. Así que a través de dinámicas, detectamos que bajo un clima aparentemente normal, se esconden verdaderos dramas personales que los involucrados están sufriendo.
Toda esa información nos ayuda a mediar. En la última empresa dónde estuvimos trabajando los conflictos, observamos que de 10 trabajadores, al realizar con ellos entrevistas personales, 6 de ellos, rompieron a llorar. Se encontraba en una situación límite. A la pregunta ¿Qué te pasa? Se repetía en todos ellos la primera palabra “Nada”. Seguidamente uno decía “es que cuando voy a la impresora, casualmente siempre me toca a mí cambiar el toner”, otro contestaba, “cuando llego, digo buenos días y nadie me contesta”… Visto así parece desmesurado, ¿no? Pues no lo es.
Tanto en la empresa como en el resto de ámbitos de nuestra vida, debemos cuidar las relaciones. Cuando no cuidamos cualquier relación, conseguimos que se deteriore, y ese declive está condenado al fracaso, tanto en las personas por no estar motivadas y detestar ir a trabajar, como recíprocamente la propia empresa, acusando una menor productividad, ausencias laborales y ausencia de involucración. ¿Hay algo positivo para alguna de las partes en esta situación? La respuesta es clara “NO” Así que aunque a priori, nadie tenía nada que decir, a través de diferentes dinámicas fueron saliendo sentimientos ocultos, inquietudes.
Con la realidad expuesta, conseguimos mediar, pudimos tratar los conflictos. Conseguimos que las relaciones mejoraran de manera considerable, que los trabajadores estuvieran motivados, considerados… Empezaron a aportar ideas para mejorar los procesos, se les estaba escuchando.
Y lo gracioso de esta historia fue: “las dinámicas han funcionado”. Empecemos a dar su lugar a la menospreciada “mediación”.
Carol Pinilla. Centro Mediación Barcelona
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2 comentarios
El trabajo no es un castigo divino,…..por comer la manzana prohibida, es un derecho.
Busquemos la excelencia en el trabajo, el buen trabajar, nos dará satisfacción.
Ni siquiera una buena situación económica debería ser motivo para dejar de trabajar,,sí se obtienen satisfacciones.
Buenos dias Pere. Es exactamente lo que piensa Humanas. Por esto nos dedicamos a mejorar cada aspecto de la vida laboral y a conciliar el trabajo con la vida personal de los trabajadores.No hay nada mejor que ir a trabajar con una sonrisa y con satisfacion en un ambiente saludable.