Como experto en Psicología Organizacional y consultor tecnológico de empresas, he sido testigo y partícipe durante décadas de la evolución de las organizaciones en su viaje hacia la digitalización. El enfoque de Humanas, y el mío, siempre ha sido humanizar este proceso. La tecnología es una herramienta al servicio de las personas, no al revés. En vista del interés actual en el proceso de transformación digital y, sobre todo, con la irrupción generalizada durante el 2023 de la Inteligencia Artificial, considero importante compartir una perspectiva amplia sobre ciertos aspectos esenciales de la Transformación Digital Humana.
¿Qué es la Transformación Digital?
Para empezar, quiero aclarar a qué me refiero con el término Transformación Digital. En Humanas entendemos que se trata de un proceso colectivo que trasciende la mera adopción de nuevas tecnologías. Se trata de cambios más o menos profundos en la estructura organizacional, procesos, cultura y estrategia. Implica no solo actualizar sistemas y herramientas, sino también replantear la manera en que la organización se relaciona con sus empleados, clientes y el mercado. Este proceso de transformación digital abarca desde la automatización de tareas hasta la implementación de estrategias de negocios basadas en nuevas tecnologías, pasando por la creación de nuevos canales de comunicación digital con todas las partes implicadas.
En un entorno empresarial caracterizado por su rapidez y constante evolución, mantenerse actualizado es crucial para la supervivencia y el crecimiento de cualquier organización. La transformación digital no es una moda pasajera, sino una respuesta necesaria a un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología. Las empresas que se resisten a este cambio corren el riesgo de quedarse obsoletas, perdiendo competitividad y relevancia en su sector. Por supuesto, este proceso requiere la puesta en marcha de medidas concretas de forma escalonada, planificada y monitorizada a través de indicadores clave concretos y alineados con los objetivos y recursos de la empresa. Es necesario cambiar y comprobar cómo se está cambiando.
Un proceso dinámico a largo plazo
Lo cierto es que en mi carrera ya he vivido varios momentos de transformación similares al actual. Empecé en el campo de la Informática a finales de los años 90. En aquella época las personas tenían que aprender ofimática. Si no sabías usar un procesador de texto, una hoja de cálculo y una base de datos, tu currículum no valía nada. Hoy en día, estas capacidades ya se presuponen para ciertos ámbitos, pero en aquella época supuso un esfuerzo generalizado para empresas y empleados. Era el inicio de esta era digital en la que ya estamos inmersos.
Luego llegó la revolución de Internet, con los correos electrónicos y nuevos canales y herramientas. Lo mismo ocurrió en el comercio: con la llegada de los pagos online, Amazon y las tiendas online se vivió otra «transformación digital”, que hizo desaparecer muchas empresas, pero que también creó nuevas multinacionales y oportunidades de negocio. Y podría seguir enumerando cambios tecnológicos (banca online, plataformas de streaming, redes sociales…), que han cambiado profundamente la vida de las personas y la cultura de las empresas y el mercado. Por todo esto, considerar la transformación digital como un proceso dinámico es esencial. No se trata de un destino final, sino de un viaje constante de adaptación y aprendizaje. La tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso, y con ella, las expectativas y necesidades de los clientes y empleados. Las organizaciones deben estar preparadas para adaptar sus estrategias y operaciones en respuesta a estas tendencias cambiantes.
Centrarse en las personas y la cultura organizacional
En el corazón de la transformación digital están las personas. Cada cambio tecnológico debe ser evaluado y adoptado considerando su impacto en los trabajadores, la cultura de la empresa y las relaciones con clientes y otros actores. La capacitación y el desarrollo de habilidades son fundamentales para empoderar a los empleados en este nuevo entorno digital. Asimismo, es crucial fomentar una cultura organizacional ágil y flexible, que valore y promueva la innovación y la colaboración. Es necesario conformar empresas dispuestas y preparadas para transformarse y aprovechar estas novedades de la mejor forma posible, sin generar estrés adicional y saliendo reforzadas de este proceso de cambio continuo.
La psicología juega un papel crucial en la gestión del cambio que acompaña a la transformación digital. Este proceso implica un cambio cultural profundo dentro de las organizaciones, un cambio que va más allá de la adopción de nuevas tecnologías. Requiere una revisión de los valores, prácticas y comportamientos existentes. Además de las tecnologías, es necesario conocer las dinámicas humanas, las resistencias al cambio y los procesos de adaptación para guiar a los empleados a través de esta transición.
Liderazgo para el cambio
En conclusión, la Transformación Digital Humana es un proceso integral que influye en mayor o menor medida en cómo una organización opera, piensa y se relaciona con su gente y el mundo. El rol de las personas que lideran las empresas es fundamental para navegar este cambio, no solo invirtiendo en nuevas tecnologías, sino también en el desarrollo y bienestar de las personas que darán vida a estas herramientas. El futuro pertenece a aquellos que entienden que el éxito de la transformación digital se mide no solo en términos de eficiencia y rentabilidad, sino también en cómo mejora la vida de las personas dentro y fuera de la organización.
Por eso en Humanas desarrollamos transformaciones digitales en las que acompañamos al conjunto de las organizaciones, asesoramos en la planificación y ejecución de todo el proceso para ayudar a desarrollar una mentalidad abierta al cambio, facilitar la adaptación y promover un ambiente de trabajo positivo y productivo. Si quieres que te ayudemos en tu proceso de transformación digital humana contacta con nosotros.
Esteban Grandal– Consultor Tecnológico | Psicólogo Social y Organizacional | Innovación Social
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