Ya no es tiempo de volver a lo de antes

Estos últimos meses son de una belleza inmensa para los que aspiran a cambiar el mundo.

Mientras algunos no se han ni dado cuenta de lo que ha pasado o incluso lo han pasado bien o mejor que nunca, casi como si fueran vacaciones, la mayoría ha recibido una bofetada inesperada con la crisis de la COVID-19. Una bofetada de aquellas que ponen a prueba la serenidad, el equilibrio familiar, la salud, el bolsillo, la idea de futuro, las amistades, la confianza… Y, a menudo, incluso todas a la vez. ¡Ojo!, que algunos se están dando cuenta ahora de los efectos de esta bofetada. Hay golpes muy profundos que solo cuando llegan al hueso rebotan y se hacen visibles en la piel.

En los mejores casos, aquellas personas con recursos emocionales han recibido este puño en la cara de la COVID-19 pero han podido moverse como los boxeadores  entrenados: acompañando el golpe para que no destruya la mandíbula. Han aprovechado el movimiento para cambiar, para dejarse de algún modo llevar por la corriente, para reflexionar.

¿Y reflexionar sobre qué?

Desde luego, no sobre conspiraciones, 5G, atentados bioterroristas, billonarios filántropos o la Coca-Cola con café. Han reflexionado sobre lo que debería ocupar nuestras mentes y nuestros corazones todos los días de nuestra existencia: preguntas fundamentales. ¿Qué es la vida? ¿Qué hago yo aquí? ¿Cuál es el significado de mi día a día? ¿Puedo hacer que mi transitar en esta vida se convierta en una aventura preciosa? ¿Hay manera que mi vivir deje una huella para los que me rodean y los que vivirán después de mi?

Preguntas cuya fuerza y magia residen justamente en no tener respuestas absolutas y ciertas. Preguntas que dejan espacio a la intuición, a la creación, al nuevo.

Ahora es el momento de realizarse preguntas así. Sin miedo a las respuestas.

Porque de eso se trata: preguntar para luego escuchar. Si pregunto y no escucho, de nada sirve la pregunta.

Para eso hace falta coraje. Coraje de romperse, por supuesto, pero también de romper. Romper lo que ha sido intocable hasta hoy, romper las ideas que siempre han funcionado y han sido aceptadas, romper el “siempre se ha hecho de esta manera”, romper los “esto es imposible”, romper ciertos equilibrios para encontrar otros, más justos, más humanos, más responsables.

Y esto ya no es un reto exclusivamente personal, del individuo, sino de toda la comunidad, de la colectividad, de las organizaciones.  Por eso confío en que podré ver a mi alrededor cambios profundos y bonitos. Los estoy viendo en las personas que acompaño. Estoy presenciando auténticas epifanías espirituales. Son deflagraciones que empiezan en el corazón y acaban quemando lo que va en contra de nuestro sentir, en contra de lo que impide nuestro desarrollo y en general de lo que impide el camino del amor.

Ya no es tiempo de volver a lo de antes. Es tiempo de vivir desde adentro estas deflagraciones. Es tiempo de ir juntos al después.

Sí, estos últimos meses son de una belleza inmensa para los que aspiran a cambiar el mundo.

Quizás no puedas cambiar el mundo, pero puedes comenzar a cambiar tu empresa: dotar a tus empleados de inteligencia emocional, aumentar su bienestar, su salud… y caminar hacia una empresa saludable. No dudes en explorar nuestros servicios y contactarnos.

Alberto Simoncini – Gestión de las Emociones

¿Te ha parecido interesante este artículo?

Suscríbete para recibirlos directamente en tu mail

 

Ayúdanos a llegar a más gente, compártelo en tus RRSS!!

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Límite de tiempo se agote. Por favor, recargar el CAPTCHA por favor.

Portada Libro: Creando empresas humanas. La empresa 3.0

Creando Empresas Humanas
La empresa 3.0

Descubre un modelo de gestión empresarial basado en la Salud Organizacional como estrategia de éxito empresarial y social.

A la venta en