En la situación de crisis generalizada que se ha vivido en los últimos años, uno de los aspectos más desfavorecidos ha sido la situación de la prevención en España. Se ha constatado el aumento de la accidentalidad laboral con baja desde el año 2013 en un 5,1%. Es una mala noticia, porque se ha dado principalmente en las PYMES que son la base de nuestro tejido productivo y debido a su pequeño tamaño y estructura son las que con más dificultades pueden luchar contra esta lacra.
Hay que tener en cuenta que un accidente en una empresa con pocos trabajadores tiene mucha más influencia. No sólo por lo que afecta al trabajador accidentado en su tragedia personal y en la productividad (dejando aparte posibles actuaciones por parte de Seguridad Social), sino que también produce un mayor daño psicosocial en la empresa. Al ser las PYMES empresas más pequeñas y con menor número de trabajadores un accidente afecta más al resto de los compañeros influyendo en el estado de ánimo, sensación de seguridad la trabajar, productividad, etc.
Para reducir el impacto de la lacra que son los accidentes en el mundo laboral se creó en 2005 un Plan de Actuación que dos años más tarde diseñó una estrategia a aplicar en el quinquenio 2007-2012. Consecuencia de estas actuaciones en el tiempo es el presente plan estratégico de Seguridad y Salud en el Trabajo para los años 2015-2020 que se encuadra en el marco estratégico 2014-2020 creado por la Comisión Europea.
¿Hacia dónde vamos?. Los puntos básicos vienen encaminados a que si bien se ha avanzado a lo largo de los años los índices de siniestralidad de las empresas por causa de la accidentalidad laboral, no ocurre lo mismo en el apartado de las enfermedades profesionales y riesgos psicosociales. Se pretende promover un política preventiva antes que paliativa o rehabilitadora. Además se hace énfasis en poner en marcha actitudes preventivas ante los riesgos existentes y también en los emergentes a causa de la lógica evolución tecnológica y los cambios en la demografía.
La comisión se ha planteado cuatro objetivos:
- Mejorar la eficiencia de las instituciones dedicadas a la prevención de riesgos laborales.
- Potenciar actuaciones de las Administraciones Públicas en materia de análisis, investigación, promoción, apoyo, asesoramiento, vigilancia y control de la prevención de riesgos laborales.
- Promover, con la participación de los Interlocutores Sociales y las Comunidades Autónomas, la mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, especialmente en sectores, actividades, colectivos y empresas de mayor riesgo.
- Fortalecer la participación de los interlocutores sociales y la implicación de los empresarios y trabajadores en la mejora de la seguridad y salud en el trabajo.
Con ellos se pretende reducir la incidencia social de este tipo de lesiones, y desde Humanas Salud Organizacional ofrecemos herramientas para el análisis de la situación particular de cada empresa para mejorar su eficiencia en salud laboral. “Prevenir el mejor que curar” y como se dice después de la lotería… “Al menos tenemos salud”. Pues no deberíamos perderla en el trabajo.
Vidal Garrido. Coordinador de Seguridad y Salud. Filósofo
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